Brainstorming

De todas las Técnicas de Creatividad, el Brainstorming es quizás la más antigua y la más conocida, aunque a menudo lo es sólo superficialmente, lo que hace que muchas veces no esté bien ejecutada.

Historia del brainstorming

Su creador, Alex Osborn, la describió en su libro Applied Imagination, publicado en 1954, aunque él ya la venía utilizando desde 1939.

La técnica ganó popularidad rápidamente, lo que obligó a su inventor a publicar una versión revisada del libro en 1957 (en castellano, Imaginación aplicada, Alex F. Osborn, Ed. Velflex, Madrid 1960), ampliando el contenido con la experiencia acumulada en este período y reordenando los capítulos con fines didácticos. A pesar de tener más de 60 años, todavía sigue siendo válida.

Otros nombres: Tormenta de ideas, Torbellino de ideas, Remolino de cerebros

Objetivos

Sus objetivos principales son: llevarnos a romper las limitaciones habituales en el pensamiento y producir un conjunto de ideas entre las que poder escoger (nadie quiere tener una única opción para elegir cuando va a comprar un coche o un detergente, por tanto , ¿por qué tener sólo una opción cuando se intenta resolver un problema?).

El Brainstorming es útil para atacar problemas específicos (más que generalistas) y allí donde es necesaria una colección de ideas buenas, nuevas y frescas (más que donde hace falta juicio o análisis para decidir).

Aunque Alex Osborn recomendaba que el grupo tuviera doce miembros, actualmente está probado que el número ideal es de 4 a 7 personas, siendo prácticos también los grupos de entre dos y diez miembros. También puede practicarse individualmente.

Reglas básicas

Hay cuatro reglas básicas:

  1. Suspender el juicio.
    • Eliminar toda crítica. Cuando brotan las ideas no se permite ningún comentario crítico.
    • Se anotan todas las ideas. La evaluación se reserva para después.
    • Debe aplazarse el juicio adverso de las ideas. Hemos estado tan entrenados para ser instantáneamente analíticos, prácticos y convergentes en nuestro pensamiento que esta regla resulta difícil de seguir, pero es crucial.
    • Crear y juzgar al mismo tiempo es como echar agua caliente y fría en el mismo cubo.
  2. Pensar libremente.
    • Es muy importante la libertad de emisión. Los pensamientos salvajes están bien. Las ideas imposibles o inimaginables están bien. De hecho, en cada sesión debería haber alguna idea lo suficientemente loca que hiciera reír a todo el grupo.
    • Cabe recordar que las ideas prácticas a menudo nacen otras totalmente impracticables o imposibles. Permitiéndote pensar fuera de los límites de lo ordinario, de lo normal, pueden surgir soluciones nuevas y geniales. Algunas ideas salvajes se convierten en prácticas.
    • Cuanto más enérgica sea la idea, mejores pueden ser los resultados; es más fácil perfeccionar una idea que emitir una nueva.
  3. La cantidad es importante.
    • Es necesario concentrarse en generar un gran número de ideas que posteriormente se puedan revisar. Cuanto mayor sea el número de ideas, más fácil es elegir entre ellas.
    • Existen dos razones para desear una gran cantidad de ideas.
      • Primero, parece que las ideas obvias, habituales, gastadas, impracticables vienen primero a la mente, por lo que es probable que las primeras 20 o 25 ideas no sean frescas ni creativas.
      • Segundo, cuanto más larga sea la lista, más deberá escogerse, adaptarse o combinarse.
    • En algunas sesiones, se fija el objetivo de conseguir un número determinado de ideas, del orden de 50 o 100, antes de terminar la reunión.
  4. El efecto multiplicador.
    • Se busca la combinación de ideaciones y sus mejoras. Además de contribuir con las propias ideas, los participantes pueden sugerir mejoras de las ideas de los demás o conseguir una mejor idea a partir de otras dos.
      • ¿Qué tiene de bueno la idea que han dicho?
      • ¿Qué hacer para mejorarla o para hacerla más salvaje?
    • Usa las ideas de los demás como estímulo para tu mejora o variación. A veces, cambiar sólo un aspecto de una solución impracticable puede convertirla en una gran solución.

Una lista más ampliada de reglas la encontrarás en este Decálogo del buen brainstormiano.

Desarrollo de una sesión

Visión rápida de aspectos a tener en cuenta por el desarrollo de una sesión.

Hay algunos aspectos prácticos a tener en cuenta al realizar una sesión:

  • Escoger un secretario. Alguien que se encargue de registrar las ideas.
    • Preferentemente, las ideas deberían escribirse en una pizarra o en post-its colgados en una pared de forma que todo el grupo las pueda ver. Si no es posible, escribirlas en papel.
    • En una sesión ideal, el secretario debería ser una persona que sólo hiciera esto, pues es difícil estar pensativo y ser creativo y estar anotando al mismo tiempo. En sesiones con pocos participantes, el secretario suele ser uno de ellos.
    • En Brainstorming individuales es útil utilizar un mapa de ideas en un papel grande. O también una cartulina en la pared. (Las letras grandes ayudan a mantener presentes las ideas. De hecho, se dice que usar un papel DIN A2 en vez de un DIN A4 aumenta la creatividad. ¿Por qué no probarlo?).
  • Un moderador para organizar el caos.
    • En grupos de más de tres o cuatro, es necesario tener un moderador para escoger quién será el siguiente en decir una idea y evitar que todo el mundo hable a la vez.
    • Si es necesario, el moderador recordará a los miembros que no inyecten evaluación en la sesión (en caso de que alguien cuestione, se burle, diga «¡hala!, ¡dónde vas con eso!» o cosas por el estilo).
  • Mantener el ambiente relajado y alegre.
    • La creatividad fluye mejor cuando los participantes están relajados y disfrutando y sintiéndose libres para hacer el loco o ser juguetones. Incluso, picar algo o hacer pájaros o sombreros de papel mientras se trabaja, incluso si el problema en sí es serio como el cáncer o el abuso a menores.
    • No recordar a la gente que «este es un problema serio» o «esto es una broma de mal gusto».
  • Calentamiento.
    • Como una ayuda y un estímulo a la creatividad, a menudo es bueno empezar con una sesión de calentamiento de diez minutos, donde se aborda un problema imaginario. Pensar sobre un problema imaginario libera a la gente y la pone alegre. Luego puede abordarse el problema real.
    • Algunos temas imaginarios podrían ser, por ejemplo:
      • qué usos podríamos dar a un clip
      • cómo comerse una casa más eficientemente
      • cómo iluminar una casa con sólo una bombilla
      • cómo mejorar el viaje de casa al trabajo
      • inventar un nuevo juego olímpico
  • Limitar la sesión.
    • Se debería limitar la duración de una sesión típica a unos 15-30 minutos. En sesiones más largas tienden el interés tiende a decaer.
    • Por lo general no se debería ir más allá de los treinta minutos, aunque es la duración de una sesión «ideal», según recomienda Osborn .
  • Realizar copias.
    • Después de la sesión, es necesario pasar en limpio la lista de ideas y realizar copias para todos los participantes. No se debe intentar poner la lista en ningún orden en concreto.
  • Añadir y evaluar.
    • El día siguiente (no el mismo día) el grupo debería volver a encontrarse. Primero, deberían compartirse las ideas pensadas desde la sesión anterior (incluirlas en la lista distribuida). Después, el grupo debería evaluar cada una de las ideas y desarrollar las más prometedoras para poder llevarlas a la práctica.
    • Durante las sesiones de evaluación, las ideas salvajes se convierten en prácticas o utilizadas para sugerir soluciones realistas. El énfasis debe ponerse en el análisis y en temas del mundo real.
    • A veces se dividen las ideas encontradas que se creen útiles en tres grupos:
      1. Ideas de utilidad inmediata. Las ideas que podrás usar de inmediato.
      2. Áreas para explorar más ampliamente. Estas ideas deben investigarse, seguirlas, pensar en ellas, discutirlas más ampliamente, etc.
      3. Nuevas aproximaciones al problema. Estas ideas sugieren nuevas formas de mirar el tema.
    • Cabe notar que la evaluación no se realiza el mismo día que la sesión de brainstorming. Esto hace que la sesión de ideas sea más libre (sin el temor a la evaluación inmediata) y permite un tiempo de incubación de más ideas y un tiempo para pensar sobre las ideas que han surgido.

Variantes del brainstorming

Con el paso de los años han ido surgiendo diversas Variantes del Brainstorming, ya sea para contrarestar algunos de los incovenientes del Brainstorming original o para adaptarlo a diversas necesidades.

Bibliografia

  • © TeachSam Arbeitstechniken
  • © Robert Harris

© Serie Técnicas de creatividad de innovaforum